Con los mejores deseos de convivencia, diversión
y espíritu carnavalero, arrancó el Carnaval en La Coronada con el pregón a
cargo de Maribel Rodríguez. Una joven vecina con una gran vocación por todo lo artístico y prueba de
ello, se puede apreciar en estas fiestas donde destacan, espectaculares, sus
trajes de carnaval.
En su discurso, dio las gracias al Ayuntamiento
por la invitación y animó a todos y a todas a participar activamente en el
Carnaval y las “ Estudiantinas” y colaborar en la medida de lo posible para
mantener la tradición y la cultura popular de nuestro pueblo.
Una gran participación de disfraces llenaron de diversión,
música y colorido algunas calles y plazas amenizado en todo momento por la charanga “The Guiris Band”.
Tras el desfile, el Ayuntamiento celebró en la
nave multiusos el tradicional concurso
para premiar a los mejores disfraces presentados en sus distintas categorías.
El domingo de carnaval, sus vecinos despertaron
al son de tambores, pitadas y divertidas canciones que tres comparsas se
marcaban al paso con un destino común, la puerta de la Alcaldesa Mª
José Valdivia. Allí ofrecieron todo el repertorio, aplaudido por numeroso
público concentrado en la calle.
Una tradición rescatada por unos y valorada por
otros para reivindicar, criticar, proponer, parodiar desde el respeto, lo bueno
y lo malo que cuestiona nuestra convivencia.
Todas recogieron su incentivo a la participación,
de manos de la Alcaldesa y continuaron su recorrido por todas las calles del
pueblo para acabar en la plaza de la Constitución y representar el popular “Cruce de banderas”.
Siguiendo con la
programación marcada por el Ayuntamiento, las monitoras celebraron el lunes con
los más pequeños en la casa de la cultura, un taller de manualidades “elabora y monta tu sardina”.
Y para despedir el
carnaval, “Donaltrina”, fue velada en los bajos del antiguo Ayuntamiento, cortejada por algunas calles y quemada en el
parque de la “La Laguna”.
Una vez resuelto el
final de la desgraciada sardina, el Ayuntamiento ofreció sardinas asadas con
sangría consiguiendo un año más cuatro días de buenos y divertidos momentos.